Hay veces que, después de clase, nos quedamos con la duda: ¿Habrán entendido nuestros alumnos lo que hemos explicado? ¿saben qué es y para qué es lo que hemos estado haciendo? ¿Podrían explicarlo con sus propias palabras o volver a realizar el ejercicio? ¿podrían aplicarlo en otro contexto? ¿les ha gustado la clase?
Pues no nos quedemos con esa incertidumbre. Existe una técnica muy útil que podemos implementar al final de cada clase para sacarnos de dudas: los Exit Tickets. Tanto si las usamos de forma recurrente o puntualmente, las Exit Tickets nos dan información muy valiosa acerca de nuestros alumnos siempre y cuando las aplicamos bien.
A continuación os explico mejor qué son, cómo se usan y algunos ejemplos para que puedas usar esta herramienta tan estupendo ya de ya.
Qué son y cómo se usan
El Exit Ticket es una dinámica que se hace al final de la clase con el objetivo de evaluar la comprensión sobre el contenido. Es decir, es una forma de comprobar si nuestros estudiantes han entendido lo que hemos explicado durante la lección. Aunque este no es el único propósito. En realidad sirve para evaluar cualquier cosa que queremos.
In other words, es un ejercicio con tres o cuatro preguntas que hacemos a nuestros alumnos al finalizar la clase. El formato más usado es el papel, ya que entregas una ficha con las preguntas pertinentes, los alumnos toman 5 minutitos para contestarlas y la entregan al salir de clase.
No es un examen ni algo que debemos tener en cuenta a la hora de poner las notas. Sino que es un recurso que nos permite ajustar nuestra labor como docentes a las necesidades de nuestros alumnos.
Como cualquier otra dinámica, todo tiene que tener su objetivo. Cuando estamos planeando nuestros Exit Tickets, hemos de pensar porqué y para qué queremos incorporarlas. Por ejemplo:
- Para finalizar la clase como una rutina de cierre
- Para realizar un ejercicio de autoevaluación y que los alumnos reflexionen acerca de lo que han aprendido sobre el tema
- Para que nosotros recibamos feedback de nuestros alumnos sobre de la sesión
- Para ver la capacidad de síntesis
- Para conocer si existen dudas
- Para evaluar contenidos concretos
- Para ver si los alumnos pueden aplicar lo aprendido en otros contextos o en algún caso práctico.
- Incluso, para conocer qué saben sobre un tema que aún no hemos tratado para encauzar futuras lecciones
Como he dicho un poco más arriba, lo aplicaremos al final de la clase, ya que como su nombre indica, es un “ticket” que han de entregar para salir (“exit”) de clase. Y recalco, no más de cinco minutos ni tampoco deberíamos incluir muchas preguntas. No pretendemos resumir una hora de clase en 5 minutos de ejercicio. Por eso es importante saber para qué y porqué queremos usarlo. Pueden ser anónimos o puedes pedir que escriban su nombre.
La aplicación de la herramienta no acaba ahí. Una vez que recolectamos nuestros billetes, tenemos que analizarlos según nuestro objetivo y comentar los resultados el siguiente día en clase.
Aunque no es necesario realizarlos todos los días, personalmente lo considero una buena herramienta para incorporar al final de cada clase, como una rutina más. De este modo, lo usamos como marcador y los alumnos saben qué esperar. También sabrán que les toca prepararse para siguiente clase.
Qué beneficios tiene usar Exit Tickets
Orientan la acción docente. Cuando nos hacemos las preguntas correctas, somos capaces de dirigir nuestras energías hacia lo que verdaderamente necesitan los alumnos. Por ejemplo, si una cuestión ha quedado súper claro y plasmado en los Exit Tickets, entonces podemos profundizar en esa materia y llegar a hacer tareas más complejas. Sin embargo, si vemos que quedan dudas, el siguiente día en clase volveremos al mismo tema y lo trabajaremos más.
Son también muy útiles para plantar la semilla de la reflexión. Podemos lograr esto simplemente planteando preguntas significativas y con ejercicios de autoevaluación. Y, después de haber rumiado esos temas, lo trabajaremos incluso mejor si en la clase siguiente volvamos a comentar los Exit Tickets.
Otra razón por la que me gustan especialmente es porque es una “excusa” para aprender a dejar la clase de forma ordenada y tranquila. Sobre todo, con los peques. Cuando tienen que entregarte su “billete” para dejar la clase, consigues que estén atentos a la hora de formar la fila. Pero también funciona muy bien para los cursos superiores, ya que es una manera de despedirte de forma más individual y cercana a que si solamente abandonan el aula.
Y, por último, como todos participan, es una forma maravillosa de conocer mejor a tus alumnos.
Qué podemos preguntar
Es frecuente tirar de la pregunta “¿qué has aprendido hoy?”. Pero no lo recomiendo. Es exactamente el equivalente a la pregunta que hacen muchos papis y mamis de “¿qué tal el cole?”, que aunque está bien, normalmente no da pie a respuestas muy interesantes.
El tipo de pregunta que planteemos permitirá reflexionar más o menos . Si queremos mayor profundidad, entonces buscaremos preguntas que remuevan el pensamiento. Algunos ejemplos de preguntas más concretas dependiendo de nuestro objetivo:
- Preguntas sobre el nivel de entendimiento: ¿podrías exponer X durante 3 minutos? ¿podrías ayudar a un compañero con una tarea sobre X? ¿tienes dudas sobre X? ¿te gustaría volver a recibir una explicación sobre X? ¿Qué es lo que más claro tienes sobre X? ¿Qué es lo que más dudas tienes sobre X? ¿podrías explicar X con tus propias palabras? ¿para qué se puede usar X? ¿Qué te gustaría volver a repasar en la siguiente clase?
- Preguntas para la autoevaluación: ¿Cuánto te has esforzado hoy del 1-5? ¿Qué se te ha dado mejor en la clase de hoy? ¿Qué te ha costado más entender o hacer en la clase de hoy? ¿Qué nota te pondrías hoy? ¿te has distraído mucho? ¿en qué partes? ¿Qué piensas acerca de la forma en la que hemos trabajado X? ¿te ha gustado trabajar más solo o en grupo? ¿Cómo has contribuido a la clase de hoy?
- Preguntas sobre sus necesidades: ¿Qué te ayudaría para aprender mejor en clase? ¿te gustaría estar agrupada de otra forma para aprender mejor? ¿Qué más te gustaría aprender sobre X? ¿Cómo te gustaría trabajar X? ¿Qué ayudaría a que participases más en clase? ¿Cómo te gustaría haber hecho la clase de hoy?
- Preguntas sobre el contenido: ¿sabrías aplicar X en tu día a día? ¿cómo? ¿te gustaría aprender más sobre X? ¿Qué te gustaría estudiar de X? Define X con tus propias palabras.
- Preguntas para recibir feedback: ¿Qué es lo que quisieras que dejara de hacer en clase? ¿Cómo te gusta empezar las clases? Nombra algo que te gustaría que incorporara en mis clases. ¿Qué parte ha sido la que más te ha gustado del día de hoy? ¿Cómo valoras la actividad en grupo?
Estas preguntas son generales para cualquier asignatura pero, claro está, siempre podemos adaptarlas e incluso hacerlas más prácticas. Por ejemplo: dibuja un esquema sobre los seres invertebrados; soluciona estas 3 sumas; traduce estas 5 palabras al inglés….
Algunas ideas para poner en práctica
- Un tablón de notas en el que los alumnos van colgando sus Exit Tickets.
- Para las clases online utilizar encuestas en el chat o en alguna aplicación.
- Unos bonitos dibujos para las clases de idioma para repasar vocabulario.
- Un mix con temática de las redes sociales para que las utilices con distintos objetivos.
Para acabar…
Con los Exit Tickets recibimos feedback acerca de cómo ha ido la sesión didáctica: entendemos las dificultades que pueden tener los alumnos, el nivel de profundización al que han llegado en la sesión, su opinión, entre otras cosas.
Pero, además, estamos promoviendo un hábito de autoevaluación y reflexión al terminar cada clase, con sus consiguientes beneficios para nuestros estudiantes.
¿Utilizas Exit Tickets en tu aula? ¿Cómo lo haces? Comenta y comparte con el resto de la comunidad The Indian Lion.
¡Nos leemos manada!
Gracias por toda la información aportada. Me gustaría saber si los Exit tickets están plastificados o no. Para ahorrar tiempo y evitar estar recortando y fotocopiando siempre, no sé cómo se gestiona.
Gracias
Un abrazo
Gracias a ti por tu comentario =) Pues me parece una idea fantástica. Yo es verdad que algunos sí los plastifico y otros no, pero generalmente sería muy útil tenerlos plastificados. Por ejemplo, los que son para saber si existen dudas, o feedback para nosotros sobre la clase, los plastificaría sí o sí, porque es algo que utilizaremos con mucha regularidad. Si es para evaluar conocimientos, capacidad de síntesis, etc., quizá no, ya que así pueden incluirlos en su portfolio o cuaderno de alumno.